Para los aficionados que visten con orgullo su new york knicks camiseta, la historia de los New York Knicks está llena de momentos inolvidables que han definido la pasión por este equipo en Madison Square Garden. Desde sus orígenes en la BAA hasta sus dos campeonatos en la NBA, los Knicks han protagonizado partidos que van más allá de las estadísticas, capturando el espíritu neoyorquino de resiliencia y drama. Esta revisión recorre algunos de los encuentros más icónicos, destacando cómo han moldeado la identidad del equipo y dejado huella en la liga.
Uno de los momentos fundacionales ocurrió el 1 de noviembre de 1946, cuando los Knicks jugaron el primer partido de la historia de la liga, derrotando a los Toronto Huskies por 68-66. Este triunfo inicial, con Ossie Schectman anotando la primera canasta de la BAA, estableció a Nueva York como un equipo pionero. Aunque la temporada fue modesta, ese juego simbolizó el comienzo de una era, con los Knicks clasificando a playoffs en sus primeros tres años antes de la fusión con la NBL para formar la NBA en 1949.
Avanzando a los años 70, el clímax llegó en las Finales de 1970 contra los Lakers. Con la serie empatada 3-3, el Juego 7 del 13 de mayo se convirtió en leyenda gracias a Willis Reed. A pesar de una lesión grave en el muslo, Reed entró cojeando al Garden en el segundo cuarto, anotando dos canastas antes de retirarse. Inspirados, los Knicks ganaron 113-99, con Walt Frazier dominando con 36 puntos y 19 asistencias. Este triunfo, el primero en la historia del equipo, elevó a Reed a ícono eterno y marcó el inicio de una dinastía.
El segundo campeonato, en 1973, fue una revancha contra los Lakers en las Finales. Tras perder en 1972, los Knicks barrieron la serie en cinco juegos, culminando con una victoria 102-93 en el Juego 5. Frazier nuevamente brilló con 29 puntos y 10 asistencias, mientras Dave DeBusschere aportó 21. Este título, el último hasta la fecha, consolidó a los Knicks como un equipo de élite, con un récord de 57-25 en la temporada regular y una defensa asfixiante que limitó a los Lakers a menos del 40% en tiros de campo.
En los 80, Patrick Ewing lideró una era de resurgimiento. Un partido emblemático fue el 25 de diciembre de 1984 contra los Celtics, donde los Knicks remontaron 25 puntos de desventaja para ganar 113-110 en doble prórroga. Ewing, como Novato del Año, anotó 32 puntos y capturó 12 rebotes, mientras Bernard King añadió 60 en una serie posterior contra Detroit. Estos juegos, incluyendo la eliminación de Boston en 1989 tras remontar 0-2, mostraron la tenacidad de Ewing y sentaron bases para la rivalidad Este.
La década de los 90 trajo más drama. En los playoffs de 1994, los Knicks llegaron a las Finales por primera vez en 21 años, pero perdieron ante Houston en siete juegos. Sin embargo, el Juego 5 de semifinales contra los Pacers, con Ewing anotando 27 puntos y 12 rebotes en una victoria 91-83, destacó su dominio interior. Otro hito fue el 1999, cuando Allan Houston encestó un tiro ganador sobre Al Harrington en el Juego 5 contra Miami, sellando una serie 3-2 y enviando a los Knicks a las Finales, donde cayeron ante San Antonio.
En la era moderna, el 2012 trajo «Linsanity». El 10 de febrero, Jeremy Lin anotó 38 puntos para vencer a los Lakers 92-84, rompiendo récords y revitalizando al equipo. Más recientemente, en la temporada 2024-25, los Knicks llegaron a las Finales de Conferencia por primera vez en 25 años, con victorias clave como el Juego 6 contra Boston (remontada de 20 puntos para ganar 91-90) y el Juego 3 contra Indiana (106-100 tras ir abajo por 20). Jalen Brunson y Karl-Anthony Towns lideraron, con Brunson promediando 28 puntos en playoffs.Estos partidos no solo ganaron juegos, sino que inspiraron generaciones. Desde el coraje de Reed hasta la resiliencia de 2025, los Knicks han encarnado el drama de Nueva York. Aunque los títulos escasean desde 1973, su legado perdura en cada remontada y tiro decisivo.
En conclusión, la historia de los Knicks es un tapiz de triunfos épicos que mantienen viva la llama de la afición. Para quienes buscan una camiseta nba para revivir estos momentos, el legado del equipo invita a soñar con más gloria en el Garden.